Starbucks emprendió el año pasado un plan piloto en algunos de sus establecimientos en
ciudades como Vancouver, San Francisco, Seattle, Nueva York y Londres, donde ofrecía
vasos asegurando que estos contenían menos plástico o estaban hechos de materiales
biodegradables. Esta misma semana la compañía comenzó pruebas con el nuevo vaso para
café más ecológico en las mismas ciudades pero sin mencionarles a los clientes del cambio,
dio a conocer el portal Merca 2.0, citando información de The Wall Street Journal.
Starbucks estaría haciéndolo de esta manera para que el cliente no se percate de la
diferencia para, cuando se anuncie el cambio de manera definitiva, se proyecte la imagen de
que se ofrecer la misma experiencia de consumo, con la misma calidad de los utensilios y
empaques para sus alimentos y bebidas, pero con el beneficio de ser amigables con el
medio ambiente.
El nuevo vaso cuenta con un revestimiento BioPBS, siendo reciclable y compostable, con
el objetivo de dejar de usar plásticos para evitar que los líquidos se filtren en de los vasos.
Esto es parte de una estrategia de marketing ejecutada por la compañía; llamada Starbucks’
NextGen Cup Challenge, que incluyó un concurso de diseño para recibir ideas sobre este
producto.
El consumidor ha cambiado en los últimos años y una de sus prioridades hoy en día es una
mayor preocupación por el impacto en el medio ambiente derivado de los productos y
servicios que consume.
De hecho, la responsabilidad social ha adquirido una importancia superior en el interés de
las personas en los últimos años, en particular en los escenarios digitales, sólo durante 2019
hubo unas 78 mil conversaciones sobre este tema en este tipo de plataformas, de acuerdo
con datos de Talkwalker. Esto está motivando a las marcas a buscar responder o atender
este interés.
Es un tema muy complejo, gobiernos y empresas de todo el mundo han hablado durante
años de reducir el impacto en el medio ambiente producto de todo los que se manufactura
para la industria y el consumo. La realidad es que diversos especialistas han advertido que
se han logrado avances, pero estos aún son muy escasos para de verdad lograr un cambio.
Ante ello, las marcas han buscado comunicar un mayor compromiso. Starbucks, por
ejemplo, anunció que busca reducir en 50 por ciento sus emisiones de gases de efecto
invernadero y la cantidad de desechos que envía a los vertederos durante la próxima
década; Coca-Cola inició toda una ambiciosa estrategia que busca lograr recolectar y
reciclar la totalidad de los envases de sus refrescos; o Nestlé, que dijo que invertirá hasta 38
mil 919 millones de pesos como parte de su proyecto para que el 100 por ciento de sus
envases y empaques sean reciclables o reutilizables para 2025.
Responder a las necesidades del planeta y del consumidor también se puede traducir en
negocios. De hecho, el 57 por ciento de los consumidores elegirían una marca sostenible
pese a que esta sea más cara, incluso un 61 por ciento considerarían cambiar de marca si
descubren que no es ecológica, según la última investigación de GlobalWebIndex.
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