Trump impulsa una posible salvación para TikTok en EE.UU.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha convocado una reunión clave en la Casa Blanca con el objetivo de explorar alternativas que permitan a TikTok continuar operando en territorio estadounidense. Esta iniciativa surge tras la promulgación de una ley que exige a ByteDance, empresa matriz de TikTok con sede en China, vender su participación en la aplicación antes del 5 de abril, o enfrentar una prohibición total.

Evaluación de propuestas de adquisición

Durante la reunión, en la que se espera la participación de altos funcionarios como el vicepresidente JD Vance, el secretario de Comercio Howard Lutnick y la directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard, se analizarán las propuestas de compra presentadas por posibles inversionistas. Entre los interesados se encuentran Oracle y el fondo de inversión Blackstone, quienes han considerado formar una empresa conjunta para adquirir las operaciones estadounidenses de TikTok, garantizando la seguridad de los datos de los usuarios del país.

Intereses geopolíticos en juego

Trump ha manifestado su interés por mantener activa a TikTok en Estados Unidos. Incluso ha sugerido que el gobierno estadounidense podría adquirir hasta un 50% de la nueva entidad resultante del acuerdo. Además, se ha mostrado dispuesto a revisar ciertos aranceles aplicados a China como parte del incentivo para alcanzar una resolución favorable. Este enfoque revela una estrategia más amplia que vincula la negociación de TikTok con las relaciones comerciales entre ambas naciones.

Desafíos técnicos y diplomáticos

La operación presenta retos significativos, especialmente por la complejidad de separar las operaciones estadounidenses de la infraestructura global de TikTok. A esto se suman las posibles condiciones impuestas por China, que ha mostrado disposición al diálogo, pero espera que se aborden otros temas relevantes, como los aranceles y la regulación de tecnologías.

Expectativa internacional

El desenlace de esta negociación es seguido de cerca tanto por la comunidad internacional como por los millones de usuarios estadounidenses de la plataforma. Lo que está en juego va más allá del futuro de una aplicación popular; representa un punto de inflexión en el debate sobre la soberanía digital, la protección de datos y el equilibrio de poder entre las grandes potencias tecnológicas.

Trump, con esta reunión, busca posicionarse nuevamente como actor central en decisiones tecnológicas de alto impacto, en un contexto donde la tecnología y la política se entrelazan con más fuerza que nunca.