Con un financiamiento por parte de 75 inversores, la empresa de fabricación aeroespacial de Elon Musk podrá avanzar en el desarrollo de Starlink para la creación de una red global de internet por medio de satélites que otorgará una conexión de muy baja latencia a muy bajo costo.
En este contexto de aceleración inusitada, SpaceX de Elon Musk obtuvo más de 1,900 millones de dólares a través de una ronda de financiación en la que participaron tan sólo 75 inversores; lo cual valúa la compañía en 46 mil millones de dólares.
Aún cuando las inversiones en la compañía han ido en aumento desde el exitoso lanzamiento de Crew Dragon, esta ronda de recaudación es la más grande que ha tenido. Por el momento SpaceX se ubica entre las compañías estadounidenses más valiosas con respaldo de capital de riesgo.
La presentación de la financiación se hizo el martes, después de que la compañía mostrara otro de sus logros al replicar por sexta vez el récord de vuelo alcanzado con su impulsor de cohetes Falcon 9; parte del proyecto Starlink para lograr una red de internet con alcance mundial. Al elevar las expectativas de los inversionistas, SpaceX prevé la venta de 165 millones de dólares más, contando acciones preferentes.
Uno de los principales argumentos que cuestionan el proyecto de Musk es que nuestra órbita terrestre actualmente cuenta con un gran número de satélites, 4 mil 921 para ser específicos, según los datos de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior, UNOOSA por sus siglas en inglés— Sin embargo, no son los únicos, cerca de 2 mil 600 satélites ya no funcionan y se suman a la impresionante cifra de 17 mil objetos en nuestro espacio denominados como basura espacial.
Musk logró conseguir el permiso de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que es un organismo de la ONU que regula las telecomunicaciones a nivel internacional, para lanzar sus satélites, mientras que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos y la Administración Federal de Aviación también han aprobado y permitido el lanzamiento de cohetes con los satélites a bordo.
El empresario ha prometido que sus satélites Starlink no serán perceptibles, por lo que no habría de afectar el aspecto de nuestros cielos, pues actualmente la enorme cantidad de satélites y basura espacial no lo hace. Además, estos satélites funcionan con energía solar lo cual es significativamente menos contaminante que los combustibles actuales y dado su gran número, podrán proveer de un servicio de Internet ininterrumpido, al tiempo que contarán con el equipo necesario para poder evitar colisiones con la basura espacial u otros objetos celestes.
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