Amazon avanza en todos los segmentos de negocio. Uno de ellos, los envíos, donde quiere dejar de depender de los proveedores clásicos, como FedEx o UPS.
Con esa decisión ya tomada por Jeff Bezos, las empresas cuyo core business es la logística, han tenido que modificar sus estrategias de mercadotecnia a largo plazo y, en muchos casos, a bajar sus expectativas futuras.
Es que el nuevo rival no es una competencia para subestimar. Amazon es nada menos que la compañía de mayor crecimiento en la última década.
En este contexto de alteración del negocio, se conoció que FedEx redujo sus expectativas para 2020. Tras esto, sucedió lo esperado: las acciones de FedEx se derrumbaron más del nueve por ciento, informó el sitio Merca2.0.
El foco está puesto ahora en saber cómo abrirán en los próximos días. En su informe sobre el primer trimestre fiscal que finalizó el 31 de agosto, FedEx dijo que el valor de cada una de sus acciones se estableció en 3.05 dólares, por debajo de los 3.15 dólares previstos por Refinitiv.
Los ingresos, en tanto, alcanzaron los 17 mil 050 millones de dólares, frente a un estimado de 17 mil 060 millones de dólares.
El presidente y director ejecutivo de la compañía de envíos, Frederick Smith, dijo en un comunicado que el desempeño de la compañía «continúa estando afectado negativamente por el entorno macro global». Habló de básicamente de la guerra comercial, argumentando que hay un «aumento de las tensiones comerciales» y de «incertidumbre política».
También dijo que avanzan la integración con TNT Express, que mejoraron la entrega en hogares de FedEx Ground y que modernizaron la flota aérea de FedEx Express.
El mayor problema: bajó la guía anual de ganancias para 2020: ahora proyecta utilidades de entre 10 a 12 dólares por acción.
En el cambio de la perspectiva, la empresa habla de un «aumento en los costos» por FedEx Ground y de la «pérdida en agosto del negocio de un gran cliente». ¿Quién es ese cliente? Amazon.
Así es, el mes pasado, FedEx anunció que finalizará su contrato de entrega terrestre con la compañía de Bezos.
Amazon, unos meses antes, anunció un programa de Delivery Services Partners y amplió su flota aérea para incluir 50 aviones para no tener que depender de FedEx ni de UPS, según publicó CNBC.
El resultado magro de FedEx también se produce en un momento en que las disputas comerciales y la economía global debilitada afecta todo el negocio de la logística internacional.
El 1 de septiembre, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles del 15 por ciento a las importaciones chinas por un valor de aproximadamente 112 mil millones de dólares y retrasó otro aumento en las tarifas a bienes de China por valor de 250 mil millones de dólares más hasta el 15 de octubre (iban a aplicarse el día primero).
El problema para los especialistas en el transporte de productos es que Amazon, a medida que crece, está creando su propia red de entrega. No es de gran envergadura todavía, pero ya está en el negocio. Y Bezos logra sus objetivos, de eso no hay duda.
De acuerdo con Ken Hoexter, analista de investigación de Bank of America Merrill Lynch, Amazon se ha convertido «en un competidor para la industria del transporte». De acuerdo con el analista, «FedEx ya se dio cuenta y está desarrollando estrategias para enfrentarlo».
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