En un acontecimiento sin precedentes, el Sindicato Nacional de Electrónica de Samsung (NSEU, por sus siglas en inglés) llevó a cabo su primera huelga el pasado viernes. Este evento marca un cambio significativo en la dinámica laboral del conglomerado más poderoso de Corea del Sur, justo cuando la compañía se enfrenta a desafíos críticos en el mercado de semiconductores y la inteligencia artificial.
Contexto de la huelga
El sindicato, que representa aproximadamente a 28,000 empleados, más de una quinta parte de la fuerza laboral de Samsung Electronics, decidió detener las actividades laborales por un día en demanda de mejores condiciones salariales. La huelga fue cuidadosamente coordinada para coincidir con un día festivo, lo que permitió a los trabajadores utilizar sus días de vacaciones anuales para participar en la protesta.
Según Lee Hyun-kuk, un funcionario del NSEU, el objetivo de la huelga era iniciar un diálogo significativo con la gerencia de Samsung. La empresa, por su parte, afirmó que la producción y las operaciones comerciales no se vieron afectadas por la huelga, y que menos empleados solicitaron vacaciones anuales en comparación con el mismo día del año anterior.
Exigencias y reacciones
El NSEU ha sido claro en sus demandas: un aumento salarial del 6.5%, mejoras en el sistema de bonificaciones basado en el rendimiento y un día adicional de vacaciones anuales. La gerencia de Samsung había propuesto un incremento salarial del 5.1%, lo cual no fue suficiente para satisfacer al sindicato. Además, los trabajadores criticaron la fórmula utilizada por la empresa para calcular las bonificaciones, que incluye tanto las ganancias operativas como el costo de capital, y que dejó a los empleados sin gratificación el año pasado.
A pesar de las negociaciones que se han prolongado durante meses, las conversaciones entre el sindicato y la gerencia se han vuelto tensas, llegando incluso a peleas verbales. La semana pasada, una coalición de cinco sindicatos afiliados a Samsung, incluyendo otro sindicato más pequeño de Samsung Electronics, instó al NSEU a buscar la negociación en lugar de la confrontación, indicando que no se unirían a la huelga.
Implicaciones para Samsung
Los analistas sugieren que la huelga, aunque de corta duración, añade presión sobre Samsung Electronics en un momento crítico. La compañía está esforzándose por cerrar la brecha en la fabricación de chips por contrato con su rival taiwanés TSMC, y por mejorar sus capacidades en chips de memoria de gran ancho de banda (HBM) utilizados en aplicaciones de inteligencia artificial.
Mientras Samsung lucha con ciertos segmentos de su negocio de semiconductores, ha logrado destronar a Apple como el mayor vendedor de teléfonos inteligentes a nivel mundial en el primer trimestre de este año, representando el 20% de los envíos globales, según la firma de investigación Counterpoint.
Futuro de la Negociación Laboral
La afiliación sindical en Samsung ha aumentado significativamente desde que la empresa se comprometió en 2020 a poner fin a su práctica de desalentar el crecimiento de los sindicatos. Entre los empleados más jóvenes, existe una percepción creciente de que los sindicatos pueden contribuir a crear un ambiente laboral más justo, mientras que las generaciones mayores ven a los sindicatos como una posible amenaza a la productividad.
La huelga de un solo día podría ser solo el comienzo. Lee Hyun-kuk ha descrito esta acción como un "comienzo suave" y un "movimiento simbólico", pero advirtió que, de no haber avances en las negociaciones, podría escalar a una protesta generalizada.
Conclusión
La primera huelga en la historia de Samsung Electronics pone de manifiesto una mayor asertividad entre sus empleados y plantea importantes preguntas sobre el futuro de las relaciones laborales dentro de la compañía. Mientras Samsung navega por estos desafíos internos, deberá equilibrar las demandas de su fuerza laboral con la necesidad de mantenerse competitivo en el volátil mercado de semiconductores y tecnología.
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