La economía mundial está en recuperación y este proceso requiere energía. Por lo tanto, la demanda de hidrocarburos está aumentando. Pero esta mejoría económica también representaría un costo para los consumidores: el precio de la gasolina.
Esto es algo que México experimentó a inicios de año y que complicó más la cuesta de enero. Debido a la reforma energética de la administración de Enrique Peña Nieto (EPN), ahora el costo de la gasolina se rige por el mercado, más que por una política de subsidios del gobierno para controlar el precio.
El barril de crudo reportó su noveno día consecutivo al alza en el mercado internacional esta semana. Esta fue la racha más larga en los últimos dos años. Justo cuando se advierte una recuperación económica por el despliegue mundial de vacunas.
La mezcla Brent cerró ayer en 61 dólares por barril. En tanto, el West Texas Intermediate (WTI) subió a 59 dólares. Ambos precios de referencia tocaron su máximo de los últimos 13 meses, informó Reuters.
Y aunque este jueves el Brent perdió 28 centavos, mientras que el WTI bajó 25 centavos, su precio aún contrasta con el desplome ocurrido durante el confinamiento de abril cuando el petróleo incluso llegó a tocar precios negativos. Este descenso hizo que la gasolina regular en México tocará un mínimo de 15.10 pesos por litro, según los datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Pese a que la dinámica internacional parece lejana a nuestra perspectiva diaria, en enero, tanto la gasolina regular como la premium subieron 6% y 5% respectivamente en comparación con diciembre, de acuerdo con los últimos datos de la inflación de Inegi.
Este aumento se tradujo en un costo de 18.92 por litro para la gasolina verde en el primer mes de 2021, un alza mensual de casi 1 peso derivado del costo internacional del crudo y que continuó avanzando en febrero, indicó Banco Base en una nota.
Pero a pesar de este aumento, el litro de gasolina se ha mantenido por debajo del la inflación promedio durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), según un análisis del banco suizo UBS.
Sin embargo, la Secretaría de Hacienda se vio obligada a activar el estímulo al impuesto a los combustibles. Esto para reducir la gasolina regular unos centavos y evitar que suba por encima de la inflación general.
La demanda de energéticos aumentó sustancialmente por el invierno en Estados Unidos. La entrada de un vórtice polar se amagó con tormentas de hielo. Esto impulsó el requisito energético para calefación en la Unión Americana, disparando el precio de los hidrocarburos, explicó Banco Base.
La mayor demanda en Estados Unidos disminuyó los inventarios de petróleo crudo por tercera semana consecutiva en al menos 6.6 millones de barriles. Esto rompió con las expectativas de analistas consultados por Reuters, quienes pronosticaron un aumento de casi un millón de barriles.
En tanto, las refinerías aumentaron su producción en 152,000 barriles diarios en Estados Unidos. La existencia de gasolina subió 4.3 millones de barriles, cuando los analistas consultados por Reuters esperaban un repunte de 1.8 millones.
Fuentes: Business Insider
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