La empresa de moda H&M, quien está sumergida en un proceso de reestructuración en
busca de recuperar el impulso que alguna vez tuvo dentro del mercado del fast fashion,
ahora va por un nuevo cambio en su estrategia. La firma sueca comenzará a implementar un
proyecto B2B (business to business, servicio de empresa a empresa) que, tendrá como
objetivo, eficientar su modelo de producción, incluir y abrirse como plataforma a otras
marcas, así como el volverse una firma más ecológica.
Según dio a conocer el portal Merca 2.0, citando información del Financial Times, la
iniciativa se llama Treadler (Caminante) y abarca desde la sostenibilidad, hasta todos los
eslabones de su cadena de suministro, permitiendo que compañías externas puedan
participar desde el desarrollo de productos y abastecimiento, producción y logística.
La idea es permitir «a los clientes beneficiarse de la experiencia del Grupo H&M, las
asociaciones de proveedores a largo plazo y el trabajo de sostenibilidad estratégica,
ayudándoles así a superar las barreras comerciales iniciales y acelerar el cambio
sostenible», según expuso la compañía.
El programa dará inicio como un plan piloto para marcas medianas y grandes y se
extenderá en el mediano plazo.
De consolidarse, este modelo podría no sólo abrir una baraja interesante de opciones hacia
los consumidores de productos, no sólo bajo el nombre de la marca H&M, sino a una gran diversidad de marcas que no cuentan con la capacidad de distribución o de canales de venta como la firma trasnacional.
Además, podría ser una palanca significativa para consolidar su línea de recuperación
mostrada durante 2019, año en el que reportó ventas por 21 mil 902 millones de euros, lo
que significó un crecimiento del 11 por ciento respecto al año previo, además de que logró
un beneficio neto de mil 265 millones, en este caso un crecimiento del 6.2 por ciento.
Especialistas han advertido que el crecimiento aparentemente imparable del fast fashion
está descendiendo, por lo que son necesarios cambios de estrategia para que las marcas se
mantengan relevantes y puedan hacer sus negocios.
Con la iniciativa de la firma sueca, el consumidor tendrá acceso a indumentarias que, en
teoría, cumplan la promesa de ser prendas sustentables, además de brindar una mayor
diversidad de marcas que pueden atender de mejor manera sus necesidades.
Esta última parte se puede inferir a partir del principio de la marca sostiene que Treadler
trabajará en una primera etapa a pequeña escala con el objetivo de «dar un servicio
adaptado a las necesidades de cada cliente».
El modelo podría causar un alto impacto en la industria del fast fashion, la cual se
caracteriza por producir ropa que sigue las tendencias más recientes de la moda, pero que
fueron diseñadas y fabricadas de forma acelerada y a bajo costo, aunque, en contraparte la
persona pierde parte de su personalidad y autenticidad al comprar productos masivos que,
además duran poco tiempo y representan un impacto negativo al medio ambiente.
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