OpenAI lanza GPT‑5: un salto tecnológicamente significativo en plena carrera de la IA

OpenAI ha presentado recientemente GPT‑5, anunciándola como la versión más avanzada de su línea de modelos de lenguaje. Esta entrega se caracteriza por mejoras sustanciales en razonamiento, velocidad, precisión y capacidad de personalización, aunque su despliegue también ha generado críticas sobre su fiabilidad emocional y desempeño en tareas simples.

Innovaciones técnicas y capacidades distintivas

OpenAI ha descrito GPT‑5 como una mejora notable respecto a modelos anteriores, ofreciendo excelentes resultados en tareas de programación, matemáticas, redacción, salud y percepción visual. En el ámbito del desarrollo, se destaca su dominio en benchmarks como SWE-bench Verified (74.9 %) y Aider polygot (88 %). Asimismo, el modelo se muestra altamente competente para ejecutar tareas “agénticas”, encadenando múltiples llamadas a herramientas con precisión y control.

OpenAI ha incorporado parámetros avanzados como verbosity (bajo, medio, alto) y reasoning_effort para permitir un control más fino de las respuestas. El modelo se ofrece en tres versiones (estándar, mini y nano) para facilitar el equilibrio entre rendimiento, costo y latencia.

A nivel de interfaz, GPT‑5 integra un enrutador inteligente que decide cuánto pensar o responder rápidamente, optimizando la interacción según la consulta.

Implementación y disponibilidad

Desde su lanzamiento, GPT‑5 está disponible de manera gratuita para todos los usuarios de ChatGPT, aunque con límites de uso. Los suscriptores Plus y Pro acceden a versiones como GPT‑5-pro y GPT‑5‑thinking, caracterizadas por mayores recursos.

OpenAI también ha reforzado su presencia global: ha destacado a India como su segundo mercado más importante, con perspectivas de convertirse en el principal. Entre sus planes estratégicos figura la integración de GPT‑5 en múltiples productos de Microsoft, aprovechando la infraestructura Azure.

Reacciones del entorno: entusiasmo y controversia

A pesar de los avances prometidos, el despliegue de GPT‑5 se ha topado con dificultades técnicas. Usuarios y medios reportan errores sorprendentes en tareas básicas como ortografía y geografía. El enrutador, en ocasiones, dirige mal las consultas, resultando en respuestas imprecisas o incoherentes.

Asimismo, la adopción abrupta del modelo, suprimiendo versiones anteriores como GPT‑4o (especialmente apreciadas por su tono cálido), generó malestar entre los usuarios. Se reportaron problemas de usabilidad —como límites semanales de 200 mensajes— que afectaron negativamente la experiencia del usuario.

En respuesta, Sam Altman anunció la reincorporación controlada de GPT‑4o para usuarios de pago e indicó planes para ajustar la personalidad de GPT‑5, haciéndola más cálida y menos “molesta”.

Medios y analistas advierten que esta actualización genera expectativas desmedidas ("hype") que podrían generar decepción, especialmente si los avances percibidos son incrementales. Argumentos más duros califican el lanzamiento como “el debut más esperado y peor ejecutado hasta la fecha”, reflejando un clima de indignación y frustración. Otros consideran la estrategia de OpenAI una maniobra para incentivar suscripciones pagas mediante limitaciones en el acceso gratuito.

GPT‑5 representa, sin duda, una etapa avanzada en la evolución de los modelos de lenguaje, con capacidades técnicas inéditas en procesamiento, razonamiento y colaboración agéntica. Sin embargo, su despliegue apresurado y los problemas de percepción emocional y fidelidad en tareas sencillas han generado rechazo en segmentos significativos de usuarios.

Este panorama sugiere que el progreso tecnológico ya no es suficiente sin una implementación cuidadosa, una experiencia de usuario refinada y una estrategia de comunicación transparente. Al mismo tiempo, el contexto global —con preocupaciones sobre regulación, equidad en beneficios sociales y el papel de la IA en la democracia económica— exige que los desarrolladores actúen con responsabilidad social.