La Reserva Federal de Estados Unidos (FED), ha anunciado un importante cambio en su política financiera, la cual permitirá un crecimiento a la inflación con el objetivo de producir más empleos que puedan beneficiar a trabajadores y familias.
Con una estrategia que consideran bajas tasas de referencias orientadas a lograr que las personas gasten su dinero en vez de invertirlo, impactará de manera directa en los intereses de las tarjetas de crédito y préstamos bancarios.
De acuerdo con Rodofo Navarrete, Director de Análisis y Estrategias de Inversión de Vector Casa de Bolsa, ha mencionado que esto es favorable para México, ya que elimina el factor de preocupación al momento de bajar la tasa de intereses.
«El Banco de México (Banxico) siempre toma en cuenta qué va a hacer la FED. Con la tasa estable, ya no es necesario tomarla en cuenta porque lo libera de un requisito y le permite actuar con más libertad», dijo.
La decisión implica que la inflación puede permanecer por encima de la meta de 2% “durante algún tiempo” antes de que la FED, que es el banco central estadounidense, decida subir las tasas de interés.
Esta reticencia a incrementar la tasa de referencia significa que las personas y compañías podrán tomar créditos baratos por un período extendido de tiempo, dado que la medida busca que las personas no inviertan su dinero, sino que lo vuelquen al mercado.
La decisión, además, tiene un impacto directo en otras áreas de la economía: por ejemplo, la mayoría de las tarjetas de crédito tienen tasas de interés variable, lo que implica que están conectadas a la tasa de la FED.
En consecuencia, una baja en la tasa de la primera redundará en la segunda, al bajar las compañías sus tasas para atraer más clientes pero sin perder beneficios financieros. De acuerdo al sitio especializado Bankrate.com, desde que la FED bajó su tasa de referencia a prácticamente 0, el promedio de las tasas de las tarjetas de crédito ha tocado un piso de 16.03 por ciento.
Y otras tasas de préstamos a corto plazo son aún más bajas: la cifra promedio para préstamos personales es del 12.07 por ciento y aquellas líneas de crédito que tienen a las propiedades como garantía (Home equity lines of credit) llegaron a un piso de 4.79 por ciento. También será más barato adquirir automóviles e insumos productivos.
«Después de períodos en los que la inflación ha estado persistentemente por debajo del 2 por ciento, la política monetaria probablemente apuntará a lograr una inflación moderadamente superior al 2 por ciento durante algún tiempo», indicó Powell.
No obstante, los inversores advirtieron que los atractivos que presentan los instrumentos a largo plazo contrastan con sus contrapartes menos inmediatas. Tendayi Kapfidze, economista jefe de la compañía Lending Tree, dijo que «una suba de la inflación implicará una suba de las hipotecas».
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