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Ameis Lectores A.C.

Multimillonario heredero renunciaría al cargo en su empresa por investigaciones en su contra.



El líder de Samsung, Jay Y. Lee, considera renunciar a su cargo en la junta una vez su dirección expire a fines de octubre mientras se prepara para otro juicio por supuesto soborno, informó El Financiero.


El heredero multimillonario no buscará ampliar su mandato de tres años en la junta del gigante tecnológico cuando finalice el 26 de octubre, pero permanecerá al frente del fabricante de chips y teléfonos inteligentes más grande del mundo, de acuerdo a fuentes allegadas, afirmó el diario.


En cambio, Lee continuará dirigiendo Samsung bajo el título de vicepresidente, aunque la junta continuará siendo central para la administración general.


Lee, de 51 años, está poniendo cierta distancia entre él y el conglomerado más grande de Corea antes de un nuevo juicio por cargos de soborno que podrían llevarlo a la cárcel.


Enfrenta acusaciones adicionales en un caso histórico que enardeció la ira popular sobre los chaebols (grandes conglomerados) que controlan la economía del país y ayudaron a derrocar a la expresidenta Park Geun-hye.


Es posible que Lee esté evitando una reacción violenta por buscar una posición en la junta, lo que requiere la aprobación de los accionistas, mientras disputa un caso legal de meses.



Cuando Lee se unió a la junta en 2016, se consideró un acto simbólico salir de la sombra de su padre enfermo y consolidar su poder sobre Samsung. Su ascensión tenía la intención de apuntalar su posición como líder a favor de iniciativas estratégicas como fusiones y adquisiciones.


Sin embargo, meses después, la fortuna de Lee se revirtió. Atrapado en un escándalo a nivel nacional, pasó cerca de un año en prisión luchando contra las acusaciones de que había ofrecido caballos y fondos a un confidente del entonces presidente Park a cambio de apoyo en una fusión de 2015 que cimentó su control sobre Samsung.


Desde su liberación en 2018, Lee ha vuelto a cultivar una imagen como la cara del exitoso negocio coreano. Se unió al presidente Moon Jae-in en visitas a India y Pyongyang, y amplió su red a través de reuniones con el financiero Mohammed bin Salman y el magnate indio Mukesh Ambani.


El único hijo del presidente Lee Kun-hee seguirá siendo el supervisor de Samsung por el momento, al frente de una larga lista de tareas, entre ellas orientar a la tecnológica en la severa recesión de la industria.


El ingreso operativo de la compañía cayó más de 50 por ciento en el trimestre de septiembre, aunque fue menor de lo pronosticado.


Como Lee ha destacado en una serie de comunicados de prensa, la empresa necesita continuar invirtiendo en negocios futuros como chips lógicos e incluso redes móviles de sexta generación para superar la creciente incertidumbre.




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