México ha anunciado el día de hoy que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha autorizado el uso de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech.

“El Comité de Moléculas Nuevas sesionó el 11 de diciembre de 2020, donde sus 24 miembros votaron y emitieron una opinión favorable, de forma unánime, para su uso de emergencia” y para ser “utilizada en la Política Nacional de vacunación contra el virus SARS-CoV-2” y la prevención de covid-19.
Con este anuncio, México se convierte en el sexto país en autorizar el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer y BioNTech junto con el Reino Unido, Bahrein, Arabia Saudita, Canadá y Estados Unidos.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, dijo poco después de que se diera a conocer la decisión de la Cofepris que “esto es motivo, desde luego, de esperanza y tranquilidad”.
Hasta este viernes, México había confirmado 1.229.379 contagios de covid-19, 113.019 muertes y 904.042 personas recuperadas. La cifra de muertes es la cuarta más alta del mundo, según la Universidad Johns Hopkins.
En total, México ha destinado 20.000 millones de pesos (unos 1.000 millones de dólares) y ha contratado más de 34 millones de dosis del medicamento de Pfizer. Esta vacuna cuesta cinco veces más que el prototipo por el que había apostado el Gobierno, la desarrollada por AstraZeneca y Oxford. Las autoridades mexicanas han dicho que hay cláusulas de confidencialidad que impiden dar detalles del convenio firmado con Pfizer, aunque el precio fijado por la farmacéutica ronda los 40 dólares por paciente inmunizado, es decir, tras recibir dos dosis.
De momento, la vacuna está siendo empleada para inmunizar a la población de Reino Unido, el primer país del mundo en aprobar. Miles de personas mayores de 80 años y personal sanitario se han inyectado la primera dosis con normalidad y sin incidentes graves. Sin embargo, la autoridad británica reguladora de los medicamentos envió el pasado miércoles una nota de advertencia a los hospitales para que no se suministre pacientes con un historial relevante de reacciones alérgicas a otras vacunas. Dos miembros del personal sanitario británico sufrieron reacciones anafilactoides tras recibir inyecciones el martes.
Fuente: El País
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