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Liderazgo con confianza, el motor de la efectividad en los equipos de trabajo

Ameis Lectores A.C.

Cuando el dueño, directivo, gerente o líder de trabajo consigue crear lazos de confianza con su equipo de trabajo ya sea por medio de la experiencia, buen juicio, coherencia y estilo de relacionarse con cada uno de ellos, ha demostrado hacer crecer la productividad de manera exponencial, lo cual es invaluable en cada uno de los proyecto de la empresa.



La confianza en la empresa de hoy día


A pesar del impacto positivo que tiene generar confianza en los equipos de trabajo, no todas las organizaciones y ejecutivos pueden presumir de contar con ella.


En términos generales, la sociedad no se muestra confiada respecto a las instituciones. A nivel global, solo el 52% de los encuestados manifestaron confiar en las ONGs, gobiernos, empresas y medios de comunicación, aunque el apoyo de la población ha crecido 3 puntos porcentuales respecto al año anterior. Si analizamos solo la confianza hacia las compañías, vemos un incremento anual igual, aunque, en este caso, el porcentaje de ciudadanos que confía en las organizaciones empresariales es del 56%.


¿Qué esperan los trabajadores de sus líderes?


En este escenario, como pone de relieve la investigación, el papel de líder es crucial, pues tres de cada cuatro participantes consideran que son los directivos los que deben tomar la iniciativa de cambio. ¿En qué sentido? Estas son las expectativas que tiene el capital humano respecto a los altos cargos para aumentar la confianza en los equipos de trabajo:


  • Abanderar el cambio, lo que se traduce en:

    1. Ser aspiracional, estableciendo metas ambiciosas que generen un impacto positivo en el mundo.

    2. Abordar las preocupaciones que estos cambios pueden generar en la plantilla.

    3. Facilitar la capacitación de la fuerza laboral para que estén adaptados a estos nuevos escenarios.


  • Empoderar a los profesionales, llevando a cabo las siguientes acciones:

    1. Darles voz, haciéndolos partícipes en la toma de decisiones.

    2. Crear oportunidades para que los trabajadores puedan tomar parte del cambio.

    3. Poner a su disposición la información disponible.


  • Actuar localmente, en el siguiente sentido:

    1. Resolver primero los problemas existentes en las comunidades locales en las que la empresa opera.

    2. Tomar medidas para mejorar la situación de estas comunidades locales.


  • Liderar siguiendo las siguientes conductas:

    1. Ser coherente con los valores personales.

    2. Participar directamente en estos procesos de cambio.

    3. Actuar de forma visible y mostrando un compromiso personal dentro y fuera de la organización.


Estimular la confianza puede ser un trabajo duro pero sin duda invaluable, pero ¿cómo desarrollarla?


  1. Mantener el ejemplo. Son los superiores los primeros que deben mostrar su confianza en sus colaboradores, si quieren que estos también adopten esta actitud.

  2. Comunicar con claridad. Confiar en el equipo significa ser transparente con sus miembros, compartiendo toda la información que sea de su interés, sin mentir nunca.

  3. Admitir los errores. Si el directivo desea que el grupo muestre una respuesta empática y colaborativa ante los fallos de los demás, es necesario que sea capaz de reconocer sus limitaciones y admitir sus errores. Esto incluso en algún comportamiento que incomode a algunos de los miembros del equipo de acuerdo con alguna petición que no se solicitó de la manera más adecuada.

  4. Honestidad. Es esencial que exista confianza entre las personas para que el líder cumpla con sus promesas y compromisos.

  5. Empoderar. Una buena forma de disparar la confianza en los equipos de trabajo es delegar en los integrantes del grupo. Si perciben que el líder confía en ellos, ellos lo harán en él.

  6. Fomentar la retroalimentación. Los errores son oportunidades para el aprendizaje, por lo que es conveniente pedir el feedback de los colaboradores para conocer cómo mejorar el rendimiento del grupo.

  7. Ser justo. En este mismo sentido, es esencial que el ejecutivo trate a cada miembro de forma equitativa, explicando las pautas de conducta y lo que se espera de cada uno previamente.

  8. Practicar la escucha activa. Para generar confianza en los equipos de trabajo, es importante conocer a la otra persona, lo que se consigue escuchando a los demás.

  9. Actuar de forma consistente. Consistencia y liderazgo van de la mano; hay que ser coherentes y constantes en todos los actos para generar entornos de confianza.

  10. Buscar el éxito del equipo. Confiar en tu equipo también supone que la principal meta del líder sea el éxito conjunto, por encima de sus intereses y ambiciones personales.

Cuando hay confianza, las personas dan un paso al frente de manera voluntaria, trabajan de forma óptima, conjunta y eficiente, adoptan un propósito común, asumen riesgos, piensan de forma creativa, se ayudan mutuamente y se comunican de manera abierta y sincera; cuando no la hay, las personas compiten por los puestos, acaparan la información, no asumen riesgos y hablan de los demás, en vez de con ellos.


Fuentes: Medium

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