A pesar de que el resultado no fue superior al 90% como se tenía previsto a inicios del mes, tampoco es un resultado alentador ya que las perspectivas se ven negativas para este sector debido a la suspensión de actividades por la contingencia.

La venta de vehículos ligeros ha caído durante el mes pasado, donde las empresas automotrices reportaron 34,903 unidades como vendidas, número que es el más bajo para un abril desde que se tiene registro, según datos del Inegi.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) atribuyó la caída de 64.5%, respecto a abril de 2019, al impacto negativo que ha generado la pandemia COVID-19 en la economía del país: las medidas de aislamiento social decretadas por las autoridades sanitarias para hacer frente a los contagios, el cierre de los pisos de venta de vehículos, la desconfianza e incertidumbre generada entre los consumidores y el deterioro de las condiciones económicas de la llamada clase media redujeron drásticamente la demanda de vehículos durante abril.
«A pesar de ello la comercialización de vehículos ligeros fue menos mala a lo estimado por AMDA al iniciar el mes», dice Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El directivo del organismo, que representa unos 3,000 puntos de venta, explicó que la disparidad entre el pronóstico lanzado a principios de abril con la cifra alcanzada se debe a que en el cálculo inicial no se incluyó la venta de flotillas, tanto del sector público como privado.
La necesidad de más ambulancias, de pickups para el movimiento de equipo médico y despensas y de vehículos para realizar el reparto de los pedidos a domicilio impulsó la venta de unidades durante abril.
Esto se refleja en los resultados obtenidos por cada marca: aquellas que en su portafolio cuentan con pickups, vanes y con versiones flotilleras de sus modelos subcompactos y compactos amortiguaron mejor la caída que aquellas que no cuentan con una oferta de este tipo.
General Motors, Ford y Fiat Chrysler, que cuentan con una oferta robusta de pickups, registraron caídas de 60%; mientras que Nissan, que ha posicionado a su pickup NP300 como la líder del segmento y que cuenta con exitosos modelos flotilleros como el antiguo Versa y March, reportó una disminución de 62% en sus ventas, comparado con abril de 2019.
Las ventas de Renault, que tiene en su portafolio a la van de carga Kangoo, y de Volkswagen, que cuenta con el modelo flotillero Vento, con la pickup compacta Saveiro y con una oferta de vanes, cayeron 65%. Toyota, que en su portafolio tiene las pickups Tacoma y Hilux, así como los modelo Hiace y Avanza, registró una caída de 53%.
Las ventas de Mazda, que en los últimos años ha reenfocado su estrategia comercial para posicionarse como una marca premium dentro del segmento de volumen y que no tiene una oferta flotillera, cayeron 55%. Una muestra de que el mercado también recompra una marca que ofrece un buen servicio posventa.
Entre todas las marcas, JAC fue la que registró la menor caída: durante abril comercializó 137 unidades, 43.2% menos que en abril de 2019 cuando vendió 241. Esta marca, que llegó a México en marzo de 2017 de la mano de Inbursa y de Giant Motors, ha impulsado una estrategia basada en modelos ensamblados en México, muy equipados y con precios bajos. El crossover Sei 2 cuesta menos de 300,000 pesos.
Fuentes: Expansión, Forbes México
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