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Ameis Lectores A.C.

El desarrollo de autos eléctricos está costando miles de empleos.



Los fabricantes de autos en todo el mundo están preparándose para el futuro, a costa de miles de empleos. Y es que las miras de la industria apuntan al desarrollo de autos eléctricos, pese a que aún no hay un consenso de cuándo despegarán las ventas de estos modelos. Mientras algunas compañías señalan que la demanda podría crecer a partir del próximo año, otros lo ven hasta el 2025 y unos más hasta en una década.


Lo cierto es que al menos en España se han despedido a 35 mil trabajadores de fábricas automotrices, y cada compañía está haciendo lo propio para poder dirigir sus recursos financieros al desarrollo de esta tecnología, destacó el sitio Xataka.com.


Otro punto, principalmente en Europa, es que los fabricantes se están viendo forzados a incrementar el número de autos eléctricos o se verán sujetos a multas por autoridades derivado de las emisiones de gases que provocan el cambio climático. En este escenarios expertos perfilan hay 13 millones de empleos en riesgo en el viejo continente.


Incluso Tesla, uno de los mayores productores de este tipo de vehículo a nivel mundial, se encuentra en una situación delicada. En junio de 2018 anunció que despedirían al nueve por ciento del personal para reducir costos y mejorar su rentabilidad. En total cuatro mil personas fueron despedidas para «acelerar la transición del mundo a energías limpias y sostenibles», según declaró el fundador de la compañía Elon Musk.


Sin embargo, a principios de este 2019 se anunció otra ronda de recortes en un siete por ciento, para bajar la cantidad de trabajadores a 38 mil, de un total de 46 mil con los que contaban un año antes.


«Tesla necesita hacer estos recortes además de incrementar la tasa de producción del Modelo 3 y de hacer muchas mejoras de la ingeniería de fabricación en los próximos meses», expuso el CEO.


Por otro lado General Motors anunció una fuerte reestructuración, y llevó a cabo el cierre de cinco plantas en Estados Unidos y cesó a 15 mil colaboradores, prometiendo centrarse en el desarrollo de coches eléctricos y suspendiendo la fabricación de seis modelos: Cadillac XTS y CT6, Buick LaCrosse, Chevy Impala, Cruze y Chevy Bolt. Con estos ajustes buscan bajar los costos en unos 4 mil 500 millones de dólares.


El presidente de General Motors, Mark Reuss, adelantó que las ganancia de los modelos más vendidos, entre ellos las Pick Up y los SUV, se destinarían a nuevos modelos de autos eléctricos, los cuales serán fabricados con la tercera generación de su plataforma eléctrica.



Ford a su vez planea abordar un plan para ahorrar 600 millones de dólares al año en una reestructuración que dirá adiós a unos 7 mil puestos puestos laborales en todo el mundo. Esto es equivalente al 10 por ciento de su fuerza laboral, y donde serían impactados también puestos directivos con un recorte del 20 por ciento.


Son 2 mil 300 operarios en Estados Unidos y otros 5 mil puestos en Alemania, aunque la fábrica de Ford Almussafes en España se salvará de recortes directos pese a desplomarse su producción a los 360 mil coches, un 5 por ciento respecto al año anterior. Se mantendrán ahí 8 mil 100 puestos, pero con reducciones en los turnos nocturnos y modificaciones en las condiciones de trabajo.


Jaguar Land Rover recortará alrededor de 4 mil 500 puestos de trabajo para afrontar la desaceleración de ventas en China y una baja en la demanda de vehículos de diésel. A ese recorte se suman los mil 500 despidos del 2018 para reducir la plantilla de la empresa a 44 mil personas. Su proyecto es electrificar sus instalaciones para inaugurar una futura gama «made in UK».


Audi de igual forma planea recortar el 11 por ciento de su personal en Alemania de aquí al

2025, unos 9 mil 500 trabajadores, con la meta de ahorrar 6 mil millones de euros, aunque creará también 2 mil puestos para el área de movilidad eléctrica, con una inversión de hasta 300 millones de euros para adaptar las fábricas como la de Neckarsulm en la producción de coches eléctricos.


La empresa Daimler considera que para el 2025 los autos eléctricos abarcarán entre un 15 a un 25 por ciento de sus ventas totales. Aún así la matriz Mercedes-Benz y Smart, entre otras, anunciaban recortar unos 10 mil empleados en todo el mundo para los próximos dos años. Según el plan lograrán ahorrar mil 400 millones de euros en personal, un 3 por ciento de los 304 mil 680 empleados de su plantilla.


Volkswagen también despediría entre 5 mil y 7 mil empleados de aquí al 2023, afirmando que esto se debía a que la fabricación de un eléctrico implicaba gastar un 30 por ciento menos de recursos en comparación con uno de combustión interna.


Así, la marca alemana reduciría su gasto en un 15 por ciento, con miras a elevar su rendimiento competitivo en un 6 por ciento para el 2022. La transformación costaría a las compañías alemanas 100 mil millones de euros.


Ford afirma que la fabricación de un coche eléctrico requiere 30 por ciento menos horas de trabajo y 50 por ciento menos espacio en la fábrica. Otros fabricantes que coinciden con estas cifras son Nissan, BMW y Mercedes.


La firma AlixPartners afirma que costará unos 400 mil millones de dólares a las compañías durante los siguientes cinco años adaptar sus fábricas, capacitar al personal e importar nuevos componentes para la fabricación.




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