EE.UU. avanza en la prohibición de DeepSeek en dispositivos gubernamentales

En un esfuerzo bipartidista, legisladores estadounidenses han propuesto una legislación para prohibir el uso de la aplicación de inteligencia artificial DeepSeek en dispositivos gubernamentales, citando preocupaciones de seguridad nacional. Los representantes Darin LaHood (republicano por Illinois) y Josh Gottheimer (demócrata por Nueva Jersey) lideran esta iniciativa, argumentando que DeepSeek, desarrollada por una empresa china, podría ser utilizada por el Partido Comunista Chino para actividades de vigilancia y desinformación.

La propuesta "No DeepSeek on Government Devices Act"

La propuesta, denominada "No DeepSeek on Government Devices Act", busca prohibir a los empleados federales el uso de esta aplicación en dispositivos oficiales. Esta medida sigue precedentes similares, como la prohibición de TikTok en dispositivos gubernamentales, y refleja una creciente preocupación por la influencia de aplicaciones chinas en la seguridad de los datos estadounidenses.

Riesgos de seguridad y antecedentes internacionales

Investigaciones recientes han revelado que DeepSeek contiene código que podría enviar datos de usuarios a China Mobile, una empresa estatal china de telecomunicaciones, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre la posible explotación de información sensible por parte de entidades extranjeras. Además, países como Australia, Corea del Sur e Italia ya han prohibido el uso de DeepSeek en sus sistemas gubernamentales, subrayando la dimensión global de estas inquietudes.

Impacto en el sector tecnológico

La rápida adopción de DeepSeek y su capacidad para desarrollar modelos de inteligencia artificial de manera más económica en comparación con sus competidores estadounidenses han generado tensiones en el sector tecnológico. Empresas como Nvidia, OpenAI, Alphabet y Meta Platforms han visto afectadas sus posiciones en el mercado debido al auge de DeepSeek.

Un balance entre innovación y seguridad

Esta situación pone de relieve la necesidad de equilibrar la innovación tecnológica con la seguridad nacional, asegurando que las herramientas digitales utilizadas en entornos gubernamentales no comprometan la integridad de los datos ni la soberanía de las naciones.