China dejó hoy que su moneda se desplomara a un piso no visto en 11 años, luego que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara más aranceles y amenazara con obligar a las compañías a salirse del país asiático.
Por su parte Trump, quien se encuentra en una cumbre en Francia, anunció que comenzarán negociaciones con China, y aseguró que recibió dos «llamadas muy buenas» de Beijing, refiere el portal diario.mx, citando una nota de Associated Press.
«Vamos a empezar a hablar muy seriamente», aseveró el mandatario, quien agregó que China quiere llegar a un acuerdo y que él considera que pronto se logrará.
La súbita devaluación del yuan estremeció a los mercados financieros y presagió que es poco probable que la disputa comercial entre Estados Unidos y China acabe pronto.
El yuan se deslizó a 7.1468 por dólar, un cambio relativamente modesto en comparación con el 7.0927 registrado el viernes, pero aun así su punto más bajo desde enero del 2008. El yuan ha perdido 6.5 por ciento su valor en lo que va de año.
El gobierno chino ha prometido abstenerse de efectuar una «devaluación competitiva» como respuesta a los aranceles de Trump. Sin embargo los entes reguladores están tratando de que la tasa de cambio siga más la tendencia del mercado, por lo cual el yuan va cayendo conforme aumenta el nerviosismo de los inversionistas.
Trump anunció el viernes que impondría más aranceles sobre productos chinos y dijo que ordenaba a las empresas estadounidenses dejar de hacer negocios con China. Luego aseveró que para ello usaría una ley raramente aplicada de 1977, diseñada para tratos con regímenes hostiles, terroristas o narcotraficantes.
Ello se dio después de que Beijing anunció aranceles sobre 75 mil millones de dólares de importaciones estadounidenses, en represalia por gravámenes estadounidenses.
Esa ley le permitiría a Trump, por ejemplo, bloquear transferencias de fondos con China o congelar activos de empresas, y podría llevar la guerra comercial entre Washington y Pekín a un nivel de confrontación impensado hasta hace unas semanas, y tensar la relación entre las dos principales potencias globales como nunca antes desde que Richard Nixon «abrió China» a principios de los 70.
«Esta pelea de golpe por golpe demuestra lo difícil que será resolver este problema», escribió en un informe Louis Kuijs de Oxford Economics.
China ha endurecido su postura, especialmente desde que Trump en mayo restringió las ventas a la empresa tecnológica china Huawei.
«No parece probable que China cederá aun si se le aplica presión económica», estimaron en un informe los economistas de UBS Tao Wang, Ning Zhang y Jennifer Zhong.
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