Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Banco Santander SA y Bank of America Corp. se preparan para financiar un acuerdo de 6.000 millones de dólares estadounidenses en el que México adquirirá centrales eléctricas de la española Iberdrola en el país, según informaciones de personas familiarizadas con las negociaciones.

Los tres bancos forman parte de un grupo que ha mostrado interés en financiar el acuerdo, según las fuentes, quienes solicitaron mantener el anonimato debido a que no están autorizadas para hablar sobre un asunto privado. Las conversaciones se encuentran en una etapa temprana, agregaron, y el acuerdo también ha generado el interés de bancos locales, como Grupo Financiero Banorte y Grupo Financiero Inbursa, propiedad del multimillonario Carlos Slim. Los bancos de desarrollo mexicanos, incluido Banobras, también contribuirán en el financiamiento del acuerdo.
BBVA estaría dispuesto a aportar hasta 2.000 millones de dólares estadounidenses, según las fuentes consultadas. El acuerdo aún no es definitivo y podría no concretarse, advirtió una de las personas.
Al solicitar un comentario, un funcionario de la Secretaría de Hacienda informó que las propuestas aún no se han finalizado, pero que los bancos están considerando financiar el plan, incluidos Banobras y otros bancos de desarrollo mexicanos. Bank of America declinó hacer comentarios. BBVA, Santander, Banorte e Inbursa no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La adquisición, anunciada la semana pasada, avanza en el objetivo de poner al sector energético bajo el control del gobierno. El acuerdo otorgaría al Estado el control del 55% de la capacidad de generación de energía en el país, eludiendo los obstáculos legales que enfrentan los planes de reforma eléctrica que fueron descarrilados por los legisladores.
La compra representa una victoria sobre Iberdrola, que ha sido objeto de campañas en contra de supuestas prácticas de corrupción por intereses extranjeros en el país. Se ha calificado el acuerdo como una "nacionalización", aunque representa una solución mercantil frente a la parálisis política que afectaba al sector eléctrico mexicano, cuando el gobierno bloqueó los permisos para nuevas plantas privadas.
Como resultado del acuerdo, se espera que el gobierno permita que avancen otros proyectos privados de energía renovable de manera más rápida, según las personas consultadas. Esto podría ayudar a resolver una disputa con Estados Unidos y Canadá, quienes argumentan que las políticas energéticas nacionalistas de México violan su tratado de libre comercio con el país.
Se ha mencionado que las plantas de Iberdrola, algunas de las cuales tienen décadas de antigüedad y otras son nuevas, tienen un costo 30% menor que si México las hubiera construido desde cero. Se ha destacado que actualizar las plantas más antiguas será más rápido que construir otras nuevas, lo que podría llevar 10 años.
Comentarios