El fabricante de automóviles Volkswagen se encuentra ante la corte suprema de Reino Unido para enfrentar una demanda colectiva por el escándalo llamado «dieselgate», donde se le acusa de utilizar un software para hacer trampa y pasar las pruebas de emisiones de contaminantes y así obtener el permiso para distribuir sus vehículos, dio a conocer The Guardian.
En el proceso la compañía afirma que su software integrado en millones de sus vehículos no es un dispositivo diseñado para vencer y engañar las pruebas de emisiones, mientras enfrenta a abogados representando a 90 mil consumidores, en lo que es la mayor demanda colectiva de su clase en Gran Bretaña.
La empresa reconoció en el 2015 haber manipulado los sistemas en 11 millones de vehículos a nivel mundial para engañar las pruebas de emisiones. Se declaró culpable en los Estados Unidos dos años atrás de cargos criminales y pagó 4.3 mil millones de dólares en sanciones criminales y civiles. En Australia llegó a un acuerdo en una multimillonaria demanda colectiva en donde aceptó pagar entre 87 millones de dólares a 127 millones en compensaciones a sus clientes.
Ante las acusaciones, el CEO Martin Winterkon, se disculpó en nombre de la compañía diciendo: «Yo personalmente me disculpo profundamente por haber roto la confianza de los consumidores y el público. Nosotros no toleramos ni toleraremos violaciones de cualquier tipo de nuestro reglamento interno o de la ley».
Pero en Europa la firma aún niega que el software en cuestión fuera un dispositivo ilegal, a pesar que los reguladores alemanes en el 2015 ya habían dictaminado fue diseñado para engañar las pruebas de emisiones.
Abogados de los consumidores de Reino Unido abrieron una demanda colectiva contra Volkswagen en la corte superior esta semana.
En el 2015 la compañía admitió haber incluido el software en 1.2 millones de vehículos en esa región, y lanzó una «solución» para que los autos cumplieran con las leyes sobre emisiones.
Pero en los papeles que Volkswagen envió a la corte dice que el software no fue diseñado para violar el régimen de pruebas reglamentarias.
Tom de la Mare QC, representante de los demandantes, dijo a la corte que «Volkswagen ha lanzado un rango de argumentos progresivamente más inventivos de porque la función del software no es un dispositivo de derrota (para engañar las pruebas), argumentos que han cambiado con el paso del tiempo, y han sido lanzados selectivamente ante diferentes cortes y tribunales».
Añadió que en Estados Unidos las regulaciones de emisiones prohíben el uso de dispositivos de derrota para evitar trampas en los límites de emisiones de los fabricantes. Dijo que el software de Volkswagen fue claramente diseñado para vencer las pruebas de emisiones y era por consiguiente un dispositivo prohibido.
De la Mare dijo que los vehículos fueron optimizados al mínimo de contaminantes en las pruebas de emisiones, significando que operan en una forma completamente diferente en la calle de como operaron en la prueba.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales estima que la exposición al dióxido de nitrógeno provoca un promedio de 23 mil 500 muertes anualmente en Reino Unido.
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