Según un informe de Bloomberg, Apple planea comenzar a usar sus propias pantallas microLED en 2024. La compañía estaría desarrollando estas pantallas con el objetivo de dejar de depender de componentes de empresas externas como Samsung, LG, Broadcom y Qualcomm.
En un primer momento, las pantallas microLED desarrolladas por Apple serán utilizadas en el Apple Watch de gama alta, y luego en los iPhone. Además de reducir la dependencia de otras compañías, esta estrategia también permitirá a Apple tener mayor control sobre el diseño y las capacidades de sus productos.
Según Mark Gurman, periodista de Bloomberg, Apple planea hacer el cambio a las pantallas microLED en el Apple Watch a finales de 2024. Esta transición desde las pantallas OLED a microLED también se aplicará a otros dispositivos de la marca, pero eso sucederá en un futuro aún lejano.
Samsung y LG serían los mayores afectados por este cambio, ya que son los principales proveedores de pantallas para los relojes de Apple. Según personas que han visto las pantallas de Apple, ofrecen "un contenido que parece estar pintado sobre el cristal", con un mayor brillo, colores más vivos y mejores ángulos de visión.
Aunque Apple es responsable del diseño y desarrollo del proceso de fabricación, la producción en masa de sus nuevos paneles microLED será delegada a un proveedor externo.
Además de las pantallas, también se informa que Apple estaría desarrollando su propio chip de conectividad inalámbrica 5G, Wi-Fi y Bluetooth. Esto afectaría a compañías como Broadcom y Qualcomm, algunos de sus principales proveedores de chips y módems de comunicación. El cambio a su propio chip celular se espera para finales de 2024 o principios de 2025, y ya se aplicó en las MacBook como parte de la compra del negocio de Intel.
Este plan de Apple de cambiar a su propio módem 5G en los iPhone se ha reportado desde finales de 2021, y es una continuación de su estrategia de independizarse de compañías externas.
El mismo chip celular 5G incluirá conectividad Bluetooth y Wi-Fi, lo que afectará a Broadcom, principal proveedor del chip de conectividad en los iPhone. Este sería un duro golpe para Broadcom, ya que Apple es su principal cliente. Según datos de Bloomberg, en el último año fiscal, Apple representó alrededor del 20% de las ganancias de Broadcom.
Desde el salto a los chipsets A Bionic para los iPhone, y posteriormente los procesadores M para las MacBook, se espera que Apple continúe desarrollando otros componentes propios. Esta estrategia marcará un cambio importante en la industria y tendrá un gran impacto en las empresas proveedoras de componentes.
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