Amazon, el gigante del comercio electrónico, se encuentra en el ojo del huracán legal en Estados Unidos, enfrentándose a una demanda presentada por la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés).
El organismo regulador alega que Amazon ha inducido a los consumidores a suscribirse a su servicio premium, Prime, utilizando interfaces de usuario engañosas, y luego ha complicado intencionalmente el proceso de cancelación de suscripción. La demanda de la FTC, presentada en el tribunal federal del estado de Washington, incluye cuatro cargos civiles contra la compañía por "interfaz de usuario manipuladora, coercitiva o engañosa" y busca una interdicción permanente sobre esta conducta, así como sanciones económicas.
El programa de suscripción Prime, que cuesta $14.99 al mes o $139 al año, ofrece ventajas como envíos gratuitos de mercancías y acceso a programas y películas de entretenimiento en línea de Amazon. Es un componente clave de la estrategia de Amazon para fortalecer la lealtad de los clientes y genera una parte significativa de los ingresos de la empresa. La demanda de la FTC señala que Amazon ha creado intencionalmente un proceso de cancelación complicado, bautizado internamente como "Ilíada", en alusión a la famosa epopeya griega escrita por Homero. Este proceso, llamado 'Flujo de la Ilíada', obliga a los consumidores que desean cancelar el servicio a navegar por un proceso de cuatro páginas, seis clics y quince opciones.
La FTC ha estado investigando las prácticas de Amazon con respecto a este asunto desde marzo de 2021, argumentando que las tácticas de Amazon violan una ley de protección del consumidor de 2010 diseñada para proteger a los compradores en línea. Según los datos de Consumer Intelligence Research Partners, en marzo, unos 167 millones de clientes de Amazon eran miembros de Prime, y otras fuentes indican que ya suman más de 200 millones en todo el mundo.
Esta demanda es la tercera que la FTC presenta contra Amazon en el último mes. El mes pasado, Amazon acordó pagar 30.8 millones de dólares para resolver las acusaciones de que no eliminó los datos sobre los niños recogidos por sus altavoces Alexa, y que sus timbres y cámaras Ring espiaban ilegalmente a los usuarios. A pesar de que Amazon había señalado que no estaba de acuerdo con las acusaciones de la FTC, accedió a los acuerdos para resolver los casos.
La evidente presión regulatoria sobre Amazon evidencia un cambio en el enfoque del gobierno de los Estados Unidos hacia las grandes empresas tecnológicas, reflejando preocupaciones crecientes sobre el poder y la influencia de estos gigantes de la tecnología en la vida cotidiana de las personas y en la economía global. Los recientes casos legales de la FTC contra Amazon ponen de manifiesto la voluntad del organismo de tomar medidas enérgicas contra
las prácticas comerciales desleales o engañosas, particularmente en los mercados digitales. Es una señal clara para Amazon y otras empresas de tecnología de que los reguladores están observando de cerca sus prácticas y no dudarán en tomar medidas si consideran que estas empresas están abusando de su poder de mercado.
La demanda actual contra Amazon por el servicio Prime subraya la importancia de la transparencia y la facilidad de uso para los consumidores en el mundo digital. A medida que más y más personas dependen de servicios en línea para una variedad de necesidades, desde comprar bienes hasta consumir entretenimiento, es fundamental que estas plataformas operen de manera justa y transparente. Si bien la resolución de esta demanda puede tardar algún tiempo, su resultado podría tener implicaciones significativas para la forma en que Amazon y otras empresas de tecnología interactúan con sus clientes.
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